lunes, 2 de octubre de 2017

Palmitos del Poyo de la Raja

Entrado ya el otoño astronómico, nosotros vamos hoy hasta la costa cartagenera a visitar una agrupación de palmitos "Chamaerops humilis"; concretamente nos desplazamos hasta Cabo Tiñoso en Cartagena, donde, además de la vista de este singular palmitar, disfrutaremos de unos espectaculares paisajes.

Foto 1. Palmitos del Poyo de la Raja

Aunque el palmito es con frecuencia considerada la única palmera silvestre de Europa, esto no es del todo cierto ya que al menos son incuestionablemente autóctonas la palmera canaria (Phoenix canariensis Wildpret) y la palmera de Creta (Ph. theofrasti Greuter). Sus características, sin embargo, dentro del género Arecaceae  lo hacen único en el continente europeo, siendo su mayor seña de identidad sus grandes hojas, de hasta 1 m de longitud, con el limbo en forma de abanico, casi circular, con segmentos fibrosos acanalados terminados en una punta que se deteriora y deshilacha con facilidad, y en cuyo peciolo lignificado aparecen fuertes espinas laterales.

Foto 2. Observamos las grandes hojas de esta especie.

Se presenta normalmente esta palmera como una planta amacollada de hasta 2 m de altura, pero su porte natural es arbóreo, en buenas condiciones edafo-climáticas y de tranquilidad alcanza los 12-15 m de altura, aunque para nosotros es raro verlo en esas condiciones, debido a los incendios o talas a las que se ve o se ha visto sometido, y a la mala calidad del sustrato sobre el que se asienta habitualmente.

Foto 3. Grupo de palmitos en macolla

Pero aunque esto es lo habitual, la singularidad de la formación que visitamos hoy en el blog radica, entre otras cosas, en que el más alto de los palmitos de esta agrupación supera los 6 m de altura, viviendo  prácticamente sobre la roca desnuda en esta cala de difícil acceso.

Foto 4. Ejemplar de más de 6 m de altura.
Como hemos dicho, no es esta la única singularidad, probablemente la mayor es su emplazamiento, en una grieta que nos deposita justo encima de un acantilado. Bellísima agrupación y casi más bellas vistas que os dejamos disfrutar sin más palabras.





Nos trajo hasta aquí Eduardo Agüera, quien además nos contó que estos palmitos se aprovechaban, aunque es bastante complicado llegar hasta ellos, y que  el día de Navidad los pastores de la zona bajaban hasta la plataforma que hay bajo la raja y dejaban allí el ganado todo el día pastoreando, disfrutando así ellos un merecido día de descanso con la tranquilidad de que el rebaño no se iba a escapar.


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