domingo, 20 de septiembre de 2015

Noguera, nogal "Juglans regia L."

El vocablo genérico del árbol que vamos a conocer esta semana proviene del latín iuglans, nuez o nogal, en cuanto al epíteto especifico, no lo vamos a interpretar literalmente (regius: real), pues lo que en realidad quiere significar son  las magníficas cualidades de este árbol y su fruto.

Foto 1. Paisaje otoñal de nogueras y chopos en el municipio de Nerpio, Albacete.

El nogal es un taxón del que se han descrito varias especies, algunas de las cuales no se tienen hoy día en cuenta, ya que ha sido muy manejada por el hombre que ha obtenido un buen número de variedades, lo cual es típico en árboles de alto valor para el ser humano, como en este caso, al ser las nueces un excelente alimento y la madera de este árbol muy valorada en ebanistería y carpintería. En nuestro país la especie tipo Juglans regia L. compartiría género con Juglans hispanica, la llamada "noguera rinconera", descrita por Diego Rivera y colaboradores en la última década del siglo XX,  que parece ser el nogal autóctono y que, según algunas investigaciones, apoyadas por registros paleopolínicos, aunque se creía extinto durante los fríos y sequías del Pleistoceno, al parecer sobrevivió en valles intermontañosos que actuaron de refugios glaciares, como en las sierras béticas. Su área de distribución por tanto sería el Mediterráneo europeo occidental, aunque no está bien definida, debido a que ha sido tradicionalmente sustituida por J. regia L. y los pies autóctonos son muy escasos. 


Foto 2.  Nogal monumental en el cortijo de las Nogueras. Moratalla.

Se reconocería el nogal autóctono principalmente gracias a sus frutos, más pequeños, y a una serie de características que compartimos con vosotros en la Tabla 1, extraída de Diego Rivera y colaboradores (1996). Frutos secos, oleaginosos, frutales de hueso, almendros y frutales de pepita. Las variedades tradicionales de frutales de la cuenca del río Segura. Catálogo etnobotánico (1). Servicio de Publicaciones, Universidad. Murcia. 


Tabla 1. Diferencias entre Juglans regia y J. hispanica, según Rivera y colaboradores 1996.

No sabemos si alguna de estas nogueras rinconeras serían las que contribuyeran a que nuestro más famoso hidalgo aplacara su hambre, ya que, como decía Sancho al escudero del Caballero del Bosque "... sólo traigo en mis alforjas un poco de queso, tan duro, que pueden descalabrar con ello a un gigante; a quien hacen compañía cuatro docenas de algarrobas y otras tantas de avellanas y nueces ..."

Figura 1. El Quijote, de Gustave Doré

O quizá ya se tratara de los frutos más grandes de J. regia, árbol originario de Europa oriental y sur de Asia, pero cultivado desde antiguo en Iberia, y que son los que nos vamos a encontrar en nuestros futuros recorridos por las nogueras singulares y monumentales de la cuenca del Segura. Son éstos árboles caducifolios, monoicos, que no suelen exceder los 20 m de altura, pero que en ocasiones llegan a los 25, con porte regular, más o menos hemisférico, con ramificación abierta y copa globosa. Tronco bien definido, recto, relativamente corto, de hasta 1 m de diámetro e incluso más en ejemplares muy añosos. Corteza clara, grisácea y lisa, aunque agrietada en las partes más viejas del tronco. 


Foto 3. Troncos de nogueras cultivadas.

Las ramillas son marrones, verdes las nacidas en el año. Hojas alternas, compuestas, imparipinnadas (número impar de foliolos), con 2(3-5) pares de folíolos de contorno oval, (en caso del nogal autóctono, los folíolos son lanceolados), margen entero y algo ondulado, pardo-rojizos y pelosos al nacer, luego se vuelven verdes y glandular-pubescentes. 

Foto 4. Detalle de ramillas y hojas de nogal.

Entre abril y junio florecen los nogales, las inflorescencias masculinas nacen sobre las ramas del año anterior, ya leñosas, en amentos cilíndricos colgantes, de 6-8 cm de largos, con flores formadas por una sola envoltura o cáliz, con 5-6 sépalos similares y 10-20 estambres. Las flores femeninas aparecen sobre el ápice de las ramillas del año, solitarias o en grupitos de 2-5, y están formadas por un ovario verde y peloso, sobre el que aparece un pequeño cáliz con 3-4 sépalos sobre el que se abren 2 anchos estigmas verdosos revueltos hacia abajo.

Foto 5. Inflorescencia masculina.

El fruto, la popular nuez, se recolecta en torno al mes de noviembre (dependiendo del año), y es bien conocida por todos, drupa anchamente ovoide (trima) de hasta 6-8 cm de larga, con pico poco marcado, cubierta sin lagunas, pared no tan dura y más delgada y tabiques interiores membranosos, no lignificados. Este fruto es el motivo principal por el que se ha cultivado este tipo de noguera, de nueces grandes, de sabor agradable y muy nutritivas.

Foto 6. Detalle de los frutos a finales de agosto.

En cuanto a los mitos, habría siempre que distinguir entre la nuez y el nogal, puesto que la primera es un elemento propiciatorio del bien, símbolo de la abundancia y la generación de la vida, mientras que la noguera es un árbol símbolo de lo infernal, donde suelen habitar las brujas, e incluso se llega a decir que es malo dormir bajo su sombra porque produce dolor de cabeza u otros males. La nuez, por contra, es todo un símbolo protector, sobre todo la de tres costuras (Foto 7), que llega a ser todo un talismán, evitando entre otros males el mal de ojo, o protegiendo contra el rayo a quien la lleva consigo, según nos han contado en nuestras queridas sierras del Segura.


Foto 7. Nuez de tres costuras, talismán contra toda suerte de males.

El nogal soporta muy bien el frío, y necesita como mínimo unos 400 mm anuales de lluvia siempre que viva en suelos frescos. En la España mediterránea crece sobre vegas, cerca de ríos, arroyos, lagunas y otros humedales; de forma silvestre o cultivado en huertos que aprovechan estas buenas tierras. Desde el nivel del mar hasta unos 1.500 m de altitud.


Figura 2. Área de presencia del nogal  en Iberia, se refleja también la toponimia referida a él (Fitotopónimos). La zona de "Distribución potencial" es donde sufre más por carpocapsa y anarsia.


En el sudeste ibérico, puede alcanzar los 1.700 m en la cara sur de Sierra Nevada y casi los 1.600 m en Nerpio. Y es que en esta zona está muy extendido el cultivo de las nogueras, aunque se ve condicionado por la temperatura, ya que no puede desarrollarse bien en climas muy cálidos al verse gravemente afectada por la plaga del gusano de la nuez, la carpocapsa (Cydia pomonella) cuyos huevos necesitan una temperatura mínima de 10ºC para desarrollarse, y la temperatura óptima se encuentra en torno a los 28ºC. También le afecta en las zonas cálidas Anarsia lineatella. Por todo lo cual donde mejor prosperan las nogueras es en las zonas frescas y frías del NO de la Región de Murcia, y en las tierras de las sierras del Segura, sobre todo en el municipio de Nerpio, unido desde tiempo inmemorial al cultivo del nogal.


Foto 8. Cultivo de nogueras en Nerpio, todo un ejemplo de agrosistema.

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