lunes, 17 de agosto de 2015

Moral de Nemesio, Bogarra

Reiniciamos nuestro camino por la comarca de la Sierra del Segura en el municipio de Bogarra, Albacete, un territorio con una vegetación feraz, de encantadores pueblos y habitantes, junto a la antigua y fértil vega del río Bogarra, donde se cultivan una gran variedad de productos agrícolas de excelente calidad con variedades autóctonas de frutales y hortalizas que, hoy día, han desaparecido prácticamente de los centros de producción agronómica industrial de la Cuenca del Segura, aguas abajo de Hellín, y que poco a poco, también van desapareciendo de la comarca que hoy nos ocupa.

Foto 1. Moral de Nemesio, derecha, junto a casas,
vega del Bogarra y monte Padrastro al Fondo.


Pues bien, hoy queremos hablar de uno de los viejos componentes de la producción "frutal" del mundo segureño, un ciclópeo moral o morera (Morus alba) que se localiza en el casco urbano de Bogarra, todo un símbolo vestigial de los ancestrales cultivos de la especie para aprovechar sus hojas como alimento del gusano de la seda, de los que se obtenía esta preciada fibra.


Foto 2. Moral de Nemesio, junto al casco urbano.
Se ubica este árbol en un entorno urbano, en el margen de una calle adoquinada, junto al pilar del Moral de Nemesio, pues la significación de la morera es tan grande para el pueblo que la fuente adopta su nombre, al igual que la calle que baja desde el centro urbano hasta la misma.


Foto 3. Calle con el nombre dedicado al moral.

La morera está literalmente encajada entre la calle y la huerta, por lo que ha recibido una gran cantidad de perturbaciones que la han llevado hasta un estado de conservación regular que comentaremos a continuación.

Foto 4. Vista desde el sur de la morera.

En primer lugar, el sistema radicular ha sido afectado de modo reiterado por las múltiples obras llevadas a cabo, que han compactado el suelo y han provocado anoxia (falta de oxígeno) en las raíces. Afortunadamente esta situación puede ser salvada por el hecho de que el moral es una especie que soporta en gran medida la mencionada compactación del suelo.

Foto 5. Vista desde el norte de la morera.

De hecho, el árbol soporta gran parte de las agresiones directas que se realizan sobre él, aunque por supuesto, todo tiene un precio, que la morera paga en forma de envejecimiento prematuro, inducido por las inadecuadas prácticas de arboricultura en su entorno. 

Así, por ejemplo, se ha recrecido el nivel del suelo, colocándose un alcorque que apenas deja sitio para el crecimiento en grosor del tronco (Foto 6). Además, el espacio en torno al fuste está completamente ocupado por elementos urbanos que llegan, como la balaustrada anexa, a contactar literalmente con el tronco, lo que generará malformaciones y un inadecuado crecimiento de éste (Foto 7).

Foto 6. Angosto alcorque alrededor del tronco.
Foto 7. Balaustrada apoyando directamente sobre
el tronco, circunstancia perniciosa para el moral.








En el lado este, el fuste también tiene problemas para crecer en grosor, pues el cemento está generando problemas a la base, que está viendo mermada su expansión (Foto 8), de hecho, podemos ver algunas fisuras sobre el enlucido aplicado.





Foto 8. Lado este del tronco con problemas
de crecimiento por la aplicación de hormigón 


En cualquier caso, las aplicaciones de hormigón que se realizan sobre el moral a título de sellado de oquedades y restauración plástica tienen un efecto pernicioso, ya que el labio de formación de madera que produce el árbol para intentar cerrar la herida no se desarrolla al estar el espacio ocupado por el cemento (Foto 9). Además, al cabo del tiempo éste acaba fisurado, por lo que no sólo no cumple su pretendida labor de sellado, sino que ha evitado el cierre o la disminución del tamaño de la herida que habría realizado del árbol por sus propios medios, aplicando madera al contorno de ésta mediante labios de cierre (Foto 10).

       
     Foto 9. Tronco con aplicaciones de hormigón                            Foto 10. Antigua aplicación de hormigón
     con buena intención, pero perniciosas.                                      rota en sus bordes, impidiendo labio de cierre.


Por lo demás, cuando no se aplican elementos artificiales sobre las heridas de corte la morera es capaz de ir poco a poco cerrando éstas (Foto 11). En cualquier caso, si se realizan cortes de un diámetro muy grande es muy posible que el moral no consiga cicatrizar las lesiones del todo, por lo que éstas no deben ser realizadas y, por supuesto, desaconsejamos siempre la aplicación de hormigón u otros materiales artificiales como sellantes pues, como hemos visto en la foto 10, no sólo no consiguen cerrar las heridas, sino que evitan que el árbol lo haga o reduzca el diámetro de éstas.


Foto 11. Madera recrecida que ha
cerrado viejas heridas de corte.

El árbol, en el trascurso de su larga vida ha perdido varias ramas, por lo que  hoy se bifurca en dos brazos principales, que están desmochados a unos 3 metros del suelo, apareciendo una gran cantidad de rebrotes sobre los puntos de corte que constituyen la actual copa (Foto 12). 

Foto 12. Aspecto del moral con los
 brazos principales desmochados.

Al estar sometido al desmoche comentado, ha de realizarse una poda de mantenimiento adecuada que evite que los rebrotes se hagan demasiado grandes, ya que éstos podrían provocar la rotura del árbol.

Foto 13. Rebrotes sobre corte de
desmoche de rama principal.

Por lo demás, está claro que todas las actuaciones practicadas sobre el moral indican la buena fe de los bogarreños para conservarlo del mejor modo posible, dado el evidente cariño que le profesan. De hecho, han llegado a instalar un apoyo fijo a modo cable de acero (Foto 14) entre los dos brazos principales, para evitar que se abra por la cruz del tronco. Dicho elemento de sujeción debería ser revisado y probablemente retirado, pues comienza a ser incluido por la corteza del árbol, pudiéndole provocar problemas de salud. Aconsejamos la instalación de nuevos materiales con técnica más adecuada. Pero, en cualquier caso, es destacable la buena intención y el esfuerzo que se está haciendo por conservar tan emblemático árbol.

Foto 14. Cable de acero instalado entre
ramas principales, para evitar rotura.

Por último, hay que comentar la presencia bajo la copa de la morera de un icono cristiano, en concreto, una Virgen de la Asunción que es traída en procesión desde la iglesia el 15 de agosto. Todo un reflejo de la capacidad metafórica de la mente humana, que es capaz de asociar un elemento de la naturaleza, mejor dicho dos (fuente y moral) a un elemento social (la religión), constituyendo todo junto el singular entorno de la Morera de Nemesio, un genuino alarde de la potestad del ser humano para generar belleza mezclando elementos de distintos campos de su intelecto.

Foto 15. Hornacina con la Virgen
de la Asunción bajo el moral.


FICHA BÁSICA

Especie
Morus alba
Nombre común
Morera, moral
Nombre propio
Moral de Nemesio
Término municipal
Bogarra
Provincia
Albacete
Altitud
820 msnm
Perímetro
3,70
Altura
12,50  m
Superficie de Copa
115 m2
Edad aproximada
150 años
Estado de conservación
Regular
Amenazas
Si
Estatus legal
--
Plan de actuación definido
--




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