domingo, 15 de marzo de 2015

Latonero del Campillo, Blanca

El "Latonero del Campillo" (Celtis Australis), situado en la población de Blanca, en pleno Valle de Ricote, es probablemente el almez de mayor cuerda de toda la Región de Murcia y uno de los 5 mayores por perímetro de tronco del sudeste ibérico.


Foto 1. Latonero y su entorno.

Situado junto a una casa y rodeado de un huerto de limoneros (Foto 1), ha sido regado junto a éstos  y otros cultivos que les precedieron.

Con una altura de 17,50 m y un área de proyección de copa de 260 m2 , sus ramas alcanzan la casa y ha servido como árbol de sombra para el descanso de sus moradores y el desempeño de las tareas agropecuarias. El árbol está estratégicamente situado al sur del edificio, por lo que proyecta sombra sobre él, permitiendo que en el estío la temperatura  no sea tan elevada intramuros y, por contra, al ser un árbol de hoja caduca la luz alcanza la casa en el invierno, realizando por tanto el latonero una excelente labor como regulador térmico de la edificación.

Foto 2. Porte y ubicación del  almez al sur de la casa.


Su perímetro de tronco es de 5,20 m es, como ya hemos dicho.Tiene el tronco hueco, con una hendidura por su centro perpendicular al suelo (Foto 3) y numerosas heridas fruto de las podas.

Foto 3. Vista norte del tronco, obsérvese la hendidura central.

El árbol ha sufrido desmoches sucesivos de las ramas principales, lo que ha provocado el ataque de hongos que han vaciado el tronco, y una estructura arbórea descompensada en la actualidad, ya que la copa se ha hecho demasiado grande (Foto 2) para la mala sustentación que pueden darle unas ramas principales nacidas como rebrotes de desmoches sucesivos. Si bien, al no ser el almez todavía viejo para la especie (pueden vivir en torno 5 siglos), está reaccionando colocando madera nueva de unión en la hendidura del tronco para que éste no se rompa en dos mitades  (Foto 4). 

Foto 4. Madera nueva colocada por el árbol para que el tronco no se abra en dos.

En cualquier caso, la copa parece haber dejado de crecer en altura, lo cual es beneficioso para que el efecto vela del viento al soplar sobre ésta no aumente. El problema es que las ramas principales actuales nacidas de los rebrotes por los desmoches crecen de modo paralelo y en grosor, por lo que terminarán empujándose unas a otras hasta hacer que la estructura arbórea colapse (Foto 5). Habría pues que realizar alguna poda de mantenimiento, pues una vez que se desmocha un árbol, luego no queda más remedio que seguir podando del modo más adecuado posible, para no empeorar la situación generada.



Foto 5. Ramas surgidas por desmoche de las principales, empujándose 
entre sí al crecer terminarán por colapsar (desgajarse).


Por lo demás, para terminar en lo que a la estructura arbórea se refiere, el almez está inclinado hacia el norte, como consecuencia de haber sufrido muerte de raíces tensoras del sur, al haberse colocado allí un gran montón de tierra que compactó e hizo morir dichas raíces por falta de acceso al oxígeno. Para compensarlo el árbol ha generado un rebrote nuevo desde la base que también terminará por empujar al tronco viejo (Foto 6).

Foto 6. Vista este del tronco y ramas principales, obsérvese la inclinación del árbol hacia el norte
y la aparición de un nuevo rebrote basal en lado izquierdo (sur) de la foto.


Seguimos con las raíces de este árbol singular. Visto desde el punto de vista evolutivo la raiz es un apéndice del organismo fotosintético, la copa , que sirve para aumentar el contacto con el medio terrestre (dar sujeción) y obtener el agua y las sales minerales, así como otros elementos que van a formar parte de las moléculas estructurales y metabólicas de los árboles. Son, por tanto, imprescindibles para que el almez se pueda mantener en buen estado. En la creencia huertana de que algunos árboles como el latonero son de raíces totipotentes, en el lado oeste le ubicaron un muro de hormigón que le afectó al sistema radicular de esa parte (Foto 7), pero lo ha superado.

Foto 7. Muro de hormigón ubicado afectando al sistema radicular.


Por último, estimamos que el latonero tiene una edad aproximada de 140 años, pudiéndose comprobar en algunas ramas cortadas anillos de crecimiento más o menos anchos (Foto 8), dependiendo sobre todo de las agresiones (desmoches) que el árbol ha sufrido, ya que al encontrarse en un regadío tradicional los anillos no indican años más o menos secos.

Foto 8. Sección de rama, obsérvese los anillos de crecimiento anual, 
así como también las galería de insectos perforadores.

En definitiva, este árbol necesita de unos trabajos realizados por especialistas adecuados (no de cualquier persona que sepa manejar una motosierra), para poder vivir un poco más. En cualquier caso esperemos que pese a todas las agresiones sufridas sea capaz todavía de acompañarnos algunos años.



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